Chamacuero, Gto.
(También llamado Comonfort, Gto.)
Antiguo Edificio de la Presidencia Municipal
Celosías de tabique


ANTIGUO EDIFICIO DE PRESIDENCIA MUNICIPAL
Fotografías cortesía del Dr. Alberto Méndez Pérez y la Sra. Ma. Teresa Ortega

El antiguo edificio de la presidencia municipal es un inmueble cargado de historia, desde el hecho de haber formado parte de la casa natal de doña Manuela Taboada hasta haber sido sede del gobierno municipal durante varias décadas.  Estas son algunas imágenes de esta construcción y, sobre todo de las personas que le habitaron de una u otra manera.



CELOSÍAS DE  TABIQUE EN LAS AZOTEAS

En varias fotografías de Comonfort, que datan de principios del Siglo XX, es notorio el uso de celosías en las azoteas de las casas. Estos elementos se utilizaban para dividir una finca de la finca vecina. No es de pensarse que los habitantes temiesen que su azotea fuera invadida por sus vecinos, pero seguramente que consideraban este lindero como un punto vulnerable por el que alguien podría acceder al interior de su propiedad. Habría que tener muy claro el concepto de seguridad de aquellos tiempos, para comprender porque se hacía indispensable colocar un cercado de tabiques entrelazados, que llegaba a medir hasta dos metros de altura. Podemos creer que eran un elemento decorativo, pero no parece probable, en todo caso alguien adornaría las ventanas o las cornisas, no las azoteas.  Algún malicioso puede aventurarse a decir que aquellos elementos impedían que tal vez, por alguna circunstancia inexplicable, el compadre se asomara a visitar a su comadre de manera poco ortodoxa, aunque a salvo de murmuraciones y suspicacias.



En la calle Juárez. Fotografías cortesía de la Sra. Ma. Teresa Ortega y el Lic. Fernando Coello.

Esta imagen nos muestra un fragmento de la calle Benito Juárez, el lado poniente del tramo entre la plazuela Dr. Mora y la Calle Hidalgo. Lo primero que llama la atención es el título del negocio en primer plano: "LA MISCELANEA" y un poco más abajo, en letras curvas "VARIADO SURTIDO EN PRENDAD DE VESTIR", y más abajo "CASIMIRES Y TELAS". Luego entonces podemos conjeturar que los señores que se asoman a la puerta  son los expertos en prendas de vestir de la negociación, pero si ponemos atención veremos que de diecisiete personas que figuran en la imagen, sólo dos no están mirando a la cámara. ¿Les habrá pedido el fotógrafo que miraran a la lente? Hay que considerar que a principios del siglo XX, las cámaras eran mucho menos usuales que en estos tiempos y las operaban sólo los profesionales. No es difícil imaginar que las personas en la puerta y la mujer en la ventana con el infante estaban programados para ser retratados junto con la casa o el negocio, pero parece que los demás iban pasando, aun así  miran a la cámara.  Me llama la atención el hombre en primer plano sostiene  un bote en la cabeza, debe ser pesado pues trae una tela entre su testa y el peso que sostiene, su sombrero al hombro, además un sombrero de ala ancha, como el de otros cinco personajes de la imagen, esto es importante por si usted consideraba que un sombrero de este tamaño ha sido siempre privativo de charros o mariachis.  Detrás de este hombre se percibe un adorno bajo la ventana, sin embargo las demás ventanas no lo tienen. Si observamos la fachada podemos creer que tiene una cornisa de cantera y bajo ésta una cenefa, así como tableros  de molduras en los muros.  Todo ello para una decoración muy elaborada y elegante, sin embargo todo está pintado, nada sobresale del muro y esto nos lleva a valorar la capacidad técnica de aquellos pintores, pero a lamentar lo perecedero de tan bella decoración. Lo único que sobresale de la fachada son los marcos de puertas y ventanas, así como las gárgolas de cantera, prolongadas con un tubo de acero galvanizado, para que el chorro de desagüe pluvial no impactara a los peatones en la banqueta.  En el lado derecho hay un farol, es importante observar que no está fijo en la fachada de la tercera casa después de "La Miscelánea", pues de ser así su tamaño sería enorme. El  farol pende a media calle de un cable que casi no se aprecia.  El último que se coló en esta imagen fue un burrito, bien cargado de mercancías; lamentablemente no se alcanza a apreciar  qué está transportando.





























En la calle Juárez


PATIO DE LA PRESIDENCIA MUNICIPAL (Hacia 1940)
No tenemos más información al respecto de esta imagen, ni el motivo de la reunión ni la naturaleza de los reunidos. Tres cosas llaman la atención: El aspecto del edificio, el atuendo de los campesinos y que del centenar de personas fotografiadas, todos miran a la cámara pero ninguno sonríe.

CAMBIO DE PODERES (Enero de 1942)
El señor Carlos Espinoza entrega el mando al señor Félix Almanza Leal y, a diferencia de la fotografía anterior, aquí todos parecen muy contentos. No pudimos identificar a todos ellos, nuevamente será bienvenida cualquier información al respecto.


1.-José Cuello
3.-Benjamín Sánchez
4.-Antonio Sánchez
6.-Sr. Olalde
7.-Carlos Espinoza
8.-Félix Almanza
9.-Dr. Antonio Muñoz
10.-Tomás Méndez Galván
14.-Francisco Pérez y Pérez
17.-Jesús Delgado.

Aunque esta imagen no es del mismo edificio, me pareció congruente con las anteriores, ignoro el acto que estaría realizándose en el momento de esta fotografía, evidentemente fue muy concurrido. Tampoco es posible ubicar el lugar del evento. Parece un salón muy amplio, al fondo está un acceso, donde es de notar el contraste entre los asistentes de pie(ataviados con overol de mezclilla y camisa blanca) con los personajes en primer plano, de los cuales identifico al sr. Félix Almanza (4) y dado que tiene a la mano un micrófono, conjeturo que en ese momento fungía como presidente municipal, así que la fotografía fue tomada en 1942-43, a la izquierda de  Félix Almanza está Carlos Espinoza V (5) y dos lugares a la izquierda de este último Francisco Pérez y Pérez (7), atrás y a la derecha de Félix Almanza está José Morales (9), todos ellos, en algún Momento, fueron presidentes municipales. Gracias a la información de la Maestra Blanca Estela Franco, en el número (6) podemos ubicar al Sr. Carlos Franco Estrada.


No me atrevo a decir que esta foto es de la toma de protesta de José Morales (7), pero aunque él es el único que no está de pie, el resto de los presentes, a excepción de joven  a sus espaldas (8), levantan su brazo en actitud de juramento. No es difícil que hayan posado así para la foto y la protesta real (en la que el presidente también habría estado de pie) haya ocurrido momentos antes. El único personaje que reconozco es don Agustín Sánchez (3) y puedo deducir, sin mucha dificultad que el personaje atrás del presidente (8) es el mismo en la foto anterior (6) y ahora sé que es el Sr. Carlos Franco Estrada.

 

Durante una exposición de sus fotografías antiguas, don Antonio Balderas exhibió (y de rato vendió) una copia de esta fotografía, adjunta a la misma ven+ia la información de las personas que en ella aparecen.  Gracias a su generosidad, tengo el gusto de saber el nombre de algunas otras enfemeras, además de mi tía Carmela.  Aún así no concemos a todas las enfermeras que, el 16 de septiembre de 1942, posaron junto al presidente municipal.Nuevamente comento que se agradeceremos mucho si algún amable lector nos da información al respecto.  El lugar de la fotografía es el patio de la antigua presidencia municipal.


Un siglo después, sobreviven unas cuantas de estas celosías, es decir que de todas las que se construyeron en el Comonfort de aquel entonces, menos de media docena de esos elementos coronan las azoteas de un par de fincas.  No deja de sorprendernos que elementos de apariencia frágil hayan sobrevivido durante más de cien años.




Estas celosías ya no se colocan en las azoteas, quizás porque las premisas de seguridad, o los valores estéticos  han evolucionado  o tal vez porque ya no preocupa,  como antes, que el compadre se asome  de manera tan inverosímil a saludar a su comadre.


Esta es una fotografía contemporánea de esta misma zona, la puerta de la miscelánea y las dos ventanas del lado izquierdo son identificables, incluso se aprecia que la ventana del extremo izquierdo el adorno inferior de cantera.  La ventana del lado derecho fue convertida en puerta, la puerta de la casa siguiente sigue siendo la misma.  La cornisa actual fue colocada en 2008, cuando se remodeló la calle.




























Esta imagen es el interior de otra casa en el mismo tramo de la Calle Juárez, puedo decirles que este patio sigue prácticamente igual, sobre todo con esos bellos arcos y columnas, pero lo más relevante de esta fotografía es la cantidad de señores posando para la foto. ¿A qué se reunió tanta gente en una casa? y ¿quién se subió a la azotea para retratarlos? Tal vez no lleguemos a saberlo. Y aunque esa información sería muy interesante, la fotografía nos muestra el atuendo propio de la gente de Chamacuero en los   años treinta, hay 101 personas, la gran mayoría con pantalón de pechera y sombrero, pero es de notar que el ala del sombrero ya no es tan grande como en la foto anterior.



























 
Coro de Chamacuero en los años cincuenta
Cortesía de la Sra. Ma. Guadalupe Nieto.

En los años cincuenta existió un coro que alcanzó cierta relevancia, a nivel regional, por la calidad de sus interpretaciones; muchos talentosos chamacuerenses participaron en dicho coro.
Esta fotografía, que como todas las fotografías, congela un instante para la posteridad, nos muestra a los integrantes de aquella agrupación.  Siempre lamento no conocer los nombres de quienes figuran en alguna de las imágenes que publicamos, por lo que se agradece cualquier información que nos pueda ayudar a saber quiénes integraron aquel célebre coro.




























Por lo pronto puedo decirles que en la tercera fila, de abajo hacia arriba, la persona en el cuarto lugar, de izquierda a derecha es el señor Everardo Nieto Salinas, quien era tenor. 
En la segunda fila, de abajo hacia arriba, en el tercer lugar, de derecha a izquierda está, muy joven, el señor Rodrigo Bárcenas.
Del mismo modo que lamento no saber el nombre de quienes aparecen en la imagen (aunque esto puede llegar a remediarse), también lamento que las grabaciones a nivel doméstico no fueran accesibles sino hasta unos quince años después del desempeño de este coro. Porque si ver, tantos años después, una imagen de estos cantores es por demás interesante, escucharlo sería, poco menos que grandioso.




























Coro de los años cincuenta

1.- Leonor Guevara Rojas
3.- Cecilia Olalde
6.- Josefina Bárcenas
7.- Consuelo Puente
8.- Ma. del Carmen Carracedo
9.- Félix Almanza Leal
10.- Juana Puente
17.- Consuelo (Chelito) Pérez

Nuevamente don Antonio Balderas me proporcionó los nombres de casi todos los integrantes de este coro, también me platicó que de alguna manera funcionaban dos coros, uno exclusivamente de niños y el de la presente imagen, donde participaban personas mayores, (evidentemente con la intención de incrementar la riqueza cromática de las voces). Don Antonio no dejó de hacerme notar que a él quien le proporcionó todos los nombres fue el señor Isaías Martínez quien figuró también en el coro y por lo consiguiente en la imagen.

A.- Juan Martínez                                                                 U.- Isaías Martínez
B.-                                                                                        V.- Rogelio Hernández   
C.- Ciro Morín                                                                       W.- José Don Juan
D.- Daniel Bárcenas                                                                X.- Valente Hernández
E.- Ángel Magueyal                                                                 Y.- Albino Santana
F.- Filadelfo Montes                                                               Z.- Dolores Rubio
G.- Pedro Santana                                                                   1.- Asecnción Huerta
H.- Jesús Rubio                                                                      2.- Rodrigo Bárcenas
I.- Alfonso Juárez                                                                  3.- Alfonso Hernández
J.- Everardo Nieto                                                                  4.- Alejandro Montecillo
K.- Juan Camacho                                                                     5.- José Moreno
L.-  Nicolás Hernández                                                             6.- Alberto Bárcenas
M.- Aurelio Olalde                                                                   7.- Jorge Hernández 
N.- Cruz Parga                                                                         8.- José Marín
O.- Natividad Juárez                                                               9.- Presbitero Manuel Camacho
P.- Luis Cobos                                                                          10.- Sr. Cura José Reyna
Q.- Magdaleno García                                                              11.- Luis Flores
R.- Manuel Soto                                                                       12.- Presbitero Antonio Farfán 
S.-                                                                                          13.- Dr. Serafín Marín  
T.-

Esta fotografía me fue facilitada por las maestras del Colegio Héroes de Chapultepec, don Antonio Balderas, quien también la tenía en sus archivos, pudo ubicar el nombre de cada uno de los integrantes, gracias a la ayuda del señor Isaías Martínez. Don Toño, amablemente, me permitió compartir en este espacio esa información. Como ya dijimos este es el mismo coro que el de la fotografía anterior, solo que aquí figuran solamente los niños y posan en el atrio del Templo del Carmen en Celaya, el 5 de agosto de 1951.

a.- Daniel Nuñez                                                                     t.- Antonio Vázquez                                                                                           
b.- Valente Hernández                                                             u.- Pedro Guerrero
c.- Isaías Martínez                                                                 v.- Alberto Tovar
d.- Ciro Labrada                                                                     w.- Ciro Morín
e.- Alfonso Hernández                                                             x.- Noel Gómez
f.- Juan Jiménez                                                                     y.- Jorge García 
g.- Juan Juárez                                                                      z.- Manuel Juárez
h.- José Moreno                                                                      1.- Fermín Calixto
i.- Faustino Romero                                                                 2.-Alejandro Montecillo
j.- Augusto Guerrero                                                               3.-
k.- Bonifacio Hernández                                                          4.- Lorenzo Aranda
l.- Ascención Suaste                                                                5.- Francisco Hernández
m.- Benjamín Mota                                                                   6.- Jesús Olalde
n.- Francisco Gómez                                                                7.- Ambrosio Labrada
o.- Juan Martínez                                                                   8.-  Juan Romero
p.- Victor Manuel Soto                                                            9.-Felipe Hernández
q.- Salvador Amador                                                               10.- Carmen Fuentes
r.- Alberto Bárcenas                                                               11.- Eduardo Palomino
s.- Dionisio García                                                                   12.- Mere Moreno
                                                                                              13.- Agustín Vázquez





 
El Sr. Francisco Javier Leal Rangel nos comparte amablemente estas fotografías de su archivo familiar. Le agradecemos su generosidad y su clara intención de compartirlas en esta página. Ya si después las ven en otras páginas, no importa, lo que cuenta es el interés y el aprecio hacia nuestro pueblo. Eso sí, yo siempre digo quién me compartió sus fotografías o de dónde las tomé. Así mismo manifestamos nuestra perenne invitación a los lectores para compartirnos sus imágnes -antiguas o recientes-; todas las fotografías tienen algo que contarnos y algo de qué seguir dejando constancia.



La primera imagen nos muestra al Sr. Jesús Leal Franco como presidente municipal en el periodo del 1 de enero de 1948 al 31 de diciembre de 1949. Evidentemente el Sr. Leal está sentado al centro del célebre escritorio que figura en otras imágenes que, coincidentemente, incluimos en esta actualización.  Llama la atención el retrato del Presidente de la República, Miguel Alemán Valdez, del mismo modo que llama mi atención que el joven a la izquierda del presidente municipal ostente el mismo corte de  cabello y bigote de Miguel Alemán.  Por su puesto que esa era la moda a finales de los años cuarenta y principio de los cincuenta. No reconozco a los demás chamacuerenses de esta imagen, sigue siendo bienvenida cualquier información al respecto, misma que añadiremos en la siguiente actualización.  Sin embargo debo decir que a la izquierda aparece, casi completa, la antigua escultura del Padre de la Patria, misma que, ya restaurada puede apreciarse en el actual edificio de la Presidencia Municipal. Un detalle que no es tan intrascendente es el aparato telefónico a la derecha del mandatario, ya era antiguo el día que tomaron la foto, es un Ericcsion de pared Modelo AB520, probablemente fabricación en Suecia antes de 1911. No, por supuesto no estoy diciendo que algún presidente municipal haya llamadao a Estocolmo para pedir un nuevo teléfono para la presidencia de Chamacuero; Ericsson fue pionera en la telefonía en México, no es de dudar que sus aparatos estuvieran fabricados en su país. Pero ya que me detuve en el teléfono, nótense los cuatro tornillos de conexión en la parte superior del aparato, el auricular colgado a la izquierda, la manivela para generar la llamada en el lado derecho y abajo, con una ya maltrecha conexión, la baterías que, pese a su tamaño eran, cada una, de 1.5 Volts.
La siguiente fotografía también es fácil de datar, o eso imagino, debe ser de principios de 1949, cuando el Lic. José Aguilar y Maya estaba en campaña proselitista por la gubernatura del Estado.  Sin embargo la imagen me deja muchas interrogantes: ¿En dónde fue tomada? No reconozco las calles, hay pocos elementos para ubicarlas; ¿Con qué está adornado el arco? por cierto, muy alto, de unos 6 metros de altura, ¿será cucharilla o algún tipo de flor? finalmente ¿Por qué si el evento, o al menos el arco, lo promueve la Unión de Permisionarios "Autotransportes Comonfort", no se ve ningún vehículo y sí muchos caballos y jinetes? Junto a estos, al pie del arco, algunos chamacuerenses con el típico pantalón de pechera y sombreros de ala todavía ancha.



Las siguientes fotografías son cortesía del Dr. Alberto Méndez Pérez, él fue también quien me permitió identificar a muchos de los personajes que figuran en estas y otras imágenes ya publicadas.

La primera de ellas muestra al Sr. Francisco Pérez y Pérez, presidente municipal de 1946 a 1947, a su izquierda el Sr. Tomás Méndez Galván y a su derecha el Lic. Enrique Cuello. Como lo indica la anotación de la fotografía misma, la imagen es de septiembre de 1947 y, al igual que la imagen del Presidente Jesús Leal, aquí figura el escritorio y el teléfono Ericsson que ya comentamos. No identifico al personaje de actitud relajada en el extremo derecho de la foto.

Esta imagen es "complementaria" de la primera fotografía antigua que publiqué en este espacio, son los carpinteros de Comonfort, de los años 40, sólo identidico al Sr. Tomás Méndez Galván quien apunta con su índice hacia el troncón y al Sr. Santos Olalde que sostiene la sierra al lado derecho de la imagen.  Por supuesto, si alguien identifica a los demás, lo incluiremos con mucho gusto en esta información. Es evidente que todos están posando para la foto, los carpinteros no trabajan amontonados,  menos aún aquellos excelsos carpinteros. Además, varios de ellos miran a la cámara y no puedo dejar de preguntarme si imaginaron, en algún momento, que su mirada viajaría por el tiempo para encontrarse con la nuestra, setenta años después.
 
El edificio donde actualmente se ubica la casa de la cultura ha tenido muchas funciones a lo largo de su historia. Su pario central y ladistribución de espacios en torno al mismo nos hace imaginar que fue concebido como una casa habitación, por la altura de sus techos y el espesor de sus muros podemos ubicarlo a mediados  del siglo XIX.

Sabemos que funcionó como hospital desde los años treinta y que la escuela primaria "Francsico Eduardo Tresguerras" lo ocupó en los años sesentas y setenta. Cuando esta escuela se mudó a su actual edificio, la constucción albergó varias escuelas, entre ellas la primaria Ignacio Allende y la preparatoria Dr. Mora.

Finalmente en 1998 recibió una merecida remodelación y se convirtió en sede de la Casa de la Cultura Chamacuero. Quizá de su pasado como hospital procedan los fenomenos inexplicables que recurrentemente han sido atastiguados por quienes permanecen un poco más tarde en este inmueble. Sin embargo en esta ocasión les compartimos una serie de imágenes de los años setentas, cuando la escuela Tresguerras ocupaba el inmueble. Agradezco al Lic. Jacob Vales compartirnos estas imágenes, provenientes de su archivo familiar.

A diferencia de otras fotografías aquí publicadas, aquí si reconozco a muchos de los niños y maestros retratados, figuran lógicamente, el profesor Isaías Vales y la maestra Ma. Onofre, así como la maestra Oliva Gamiño que fungió muchos años como directora del plantel, los alumnos son tantos que mejor dejo el reconocimiento a los amables lectores.  Algunas imágenes muestran la remoción de los árboles en la calle Matamoros que lucía unos frondosos pinos en cada paramento. 

Edifico en Arista 33

 
El Señor Gabino Palomares Calixto, no sólo homónimo sino primo del célebre compositor, nos compartió las dos imágenes siguientes. Como una solicitud casi ininterrumpida, agradeceremos a quien nos ayude a identificar a quienes no identificamos en las imágenes, lo cual no obsta para despertar nuestra admiración y un constante sentimiento de nostalgia y apego hacia nuestro pueblo.
Hace unas semanas el señor José (Quintiliano) Prado nos platicó muchas anécdotas de su vida, su afición por la música y su actividad como taxista. Entre otros datos nos informó que recibió su concesión como taxista en el año 1964 y que , junto con él, sus compañeros de aquella histórica flotilla eran:   Armando Ibarra, Rutilo Santana, Bricio Moreno, Antonio Hernández, José Arellano, Eugenio Espinoza, Francisco Hernández y Fernando Nieto. Y es precisamente el Sr. José Arellano Rangel quien figura en la imagen de abajo.  De entrada cuesta un poco de trabajo ubicar la calle, conjeturo que se trata de la calle Juárez, esquina con Rayón, mirando hacia el norte (centro de la población).  La placa en el vehículo nos indica que es del año 1399, probablemente durante las cruzadas,  desmientiendo la idea de que el automóvil se inventó a finales del siglo XIX...  Bueno, disculpándome el chistorete le comento que el automóvil en la imagen es un Studebaker Commander del año 1947.  Con toda seguridad no era un auto nuevo cuando se dedicó al servicio de Taxi, pero la imagen sí puede ubicarse en los años cincuentas.  Este curvilíneo Studebaker fue el primer vehículo que don José dedicó al servicio. Posteriormente adquirió un Plymouth 1957, que conservó muchos años, pero de ese no tenemos fotografía.

B.- Jesús García Olalde
C.-Héctor González Carracedo
E.-Melitón Juárez Perales
H.-Romeo Camacho Ruíz
I.-Jesús Palomares Gutiérrez

La siguiente imagen también nos fue compartida por el señor Gabino Palomares Calixto, fue tomada en los años setentas en el claustro del Templo de San Francisco. Por el momento solamente podemos identificar al Padre Francisco Nambo Calderón e, inmediatemente de él, del lado derecho de la imagen, al señor Jesús Palomares Gutiérrez.
Chamacuero fue fundado a la margen izquierda del Río Laja, esto fue y sigue siendo una limitante natural para el desarrollo del poblado, no obstante ello, en diferentes puntos se crearon puentes para uso peatonal, mismos que quedan inutilizados cuando las crecientes colocan las aguas  muy por encima de su nivel cotidiano.  Uno de estos pasos peatonales se localiza al final de la calle Hidalgo, cruzando este puente corta uno camino para llegar a la hacienda de Don Juan.  Dada la importancia de este tránsito, y que durante cuarenta años no hubo un puente a salvo de las crecidas, cuando éstas se presentaban, una canoa, de fondo plano y forma rectangular brindaba el sevicio de cruce. La embarcación cruzaba impulsada por la fuerza de varios robustos caballeros que se valían de un cable para asegurar que las corrientes (sumamente fuertes cuando esas crecidas) no llevaran a los pasajeros hasta el Río Lerma o la laguna de Chapala.   La imagen con los nombres me fue compartida por el Sr. Antonio Balderas y es parte de su gran archivo del municipio. Las otras dos me las facilitó la maestra Ma. del Rocío Ángeles y en ellas se aprecia la canoa en funcionamiento. Me atrevo a suponer que son más antiguas que la anterior, no he podido comprender el nombre pintado en la última canoa, creo que dice: "Cerciana", pero no es un nombre que parezca tener sentido.


Hoy en día no dan servicio ni La Esperanza ni Cerciana (si ese fue su nombre). Tampoco quedan vestigios de los cables ni de los fuertes anclajes que éstos tenían. El tránsito cotidiano se hace a través de un moderno, robusto y funcional puente de concreto que...    Bueno, sí, exageré, es un puentecillo feo y torcido, que hasta me dio vértigo cruzar para tomar estas fotos. Sin embargo cumple su función mientras las crecidas no lo oculten. Cuando eso sucede el puente y el tránsito desaparecen unos días, esperando que las aguas recobren el nivel de su cotidianidad.


Más imágenes antiguas

Varias Fotografías antiguas

Inicio
Información General
Historia
Literatura
Personas, Personajes
Espacios
Artistas Plásticos
Fotografías
Vídeos
Libros
Conversaciones
Documentos
Sobre esta página
Fiestas

Artesanías
Fotografías
Carpinteros



El puente de Guadalupe (el orgullo)


Fotografías antiguas parte uno



El puente de Guadalupe (la vergüenza)


La Plaza 5 de febrero

El templo de San Francisco

Club Aztecas de 1938

Manifestaciones




El retorno a México de José Ma. Luis Mora




Tres Fotografías Antiguas



Algunas imágenes de la inundación de 1998

Fotografías de los años treinta

Fotografías antiguas parte dos



Paisajes
Gente
Sitios
Danzantes y otros
Fotografías contemporáneas
Volver a Inicio



Volver a Fotografías
Antiguo Edificio de la Presidencia Municipal
Celosías de tabique


En la calle Juárez


Coro de los años cincuenta

Edifico en Arista 33

Más imágenes antiguas

Varias Fotografías antiguas

Volver a Inicio



Volver a Fotografías
Volver a Inicio



Volver a Fotografías
Volver a Inicio



Volver a Fotografías
Volver a Inicio



Volver a Fotografías
Volver a Inicio



Volver a Fotografías
Volver a Inicio



Volver a Fotografías
Volver a Inicio



 
Algunas fotografías antiguas y otras que más bien lo parecen
Como algunos amables lectores recuerdan, el andador 5 de Febrero no siempre fue un andador, la idea de cerrar esta calle a la circulación, idea que resultó bastante acertada, provino del atuntamiento de 1986.  Pero la imagen anterior, la de blanco y negro es de cuando la pavimentación de la plaza 5 de Febrero, realizada en los años sesenta, se colocó un pavimento de concreto en substitución del empedrado que existía entonces. Al fondo se ve un vibrocompactador, a los que coloquialmente les llamamos aplanadoras y que, seguramente dio las últimas pasadas previas al colado del concreto. La imagen inferior muestra que dicho concreto desapareció con el uso hasta quedar una capa de tierra negra.  Buen no, por supuesto que no fue así, la imagen a color es de cuando la remodelación de las calles de la plaza en 2007 y, dicho sea de paso, el pavimento que se coló en los años sesente resisitió aceptablemente el tráfico, cada vez más intenso,  hasta que fue substituido por el actual pavimento y eso, que si observamos la imagen a color, veremos que dicho pavimento de concreto no tenía mucho tepetate que digamos.
Nuevamente la anotación sobre la imagen nos revela con gran detalle el contenido de la fotografía. Se trata del H. Ayuntamiento del bienio 1929-1930. Aquí el fotógrafo (A. Hinojosa) hizo muy bien su trabajo al anotar la información correspondiente, ahora me toca a mí hacer el mío, pues, de momento, no sé decirle quien fue, al menos, el Presidente Municipal en es periodo. Sin embargo creo identificar al personaje de pie en el extremo derecho: es el Sr. Félix Almanza Leal, quien sería presidente catorce años después.
La imagen anterior forma parte de una serie que documenta la visita del, entonces gobernador del Estado, Lic. José Aguilar y Maya, hablamos de los años cincuenta y muy probablemente de 1950, dado que en ese año se cumplió el centenario del fallecimiento del doctor José Ma. Luis Mora. En este punto la comitiva pasa por la calle Cortazar y, siendo honestos, la única referencia que me permite ubicar la imagen es la torre del templo de San Antonio, el resto de las construcciones de este tramo de la calle es poco reconocible.  Como es evidente no existía aún la calle Magisterio. A ambos lados de la comitiva, en primer plano, los niños de alguna escuela (y lo supongo por el uniforme) aplauden, en tanto que  un poco más atrás, integrantes de algún cuerpo policial presentan armas.
Las guapas muchachas de la imagen superior, así como el caballero que las acompaña, están apropiadamente ataviados para conmemorar un 16 de septiembre; por este motivo posan orgullosos en la  Plaza Cívica Dr. Mora, esto último lo sabemos por el copón que figura en el lado derecho, uno de los cuatro que componían el original monumento al Padre Hidalgo, en el centro de la plaza. Mucho más reveladora es la imagen siguiente, donde las mismas personas parecen dirigirse a la plaza montando a caballo.  La calle Pípila se reconoce por el ábside del templo de San Francisco luciendo su bella fachada de piedra (hoy día innecesariamente oculta). También como detalle singular la ventana de la casa de color oscuro a la izquiera de la imagen se conserva tal cual hasta el presente. Sin embargo, es el auto el que nos permite ubicar ambas imágenes en los años cincuenta.
Las dos imágenes anteriores tienen también la involuntaria belleza que les danlos tonos rojizos, pertenecen a la Capilla del Ecce Homo en Melgarito.  Testimonian el aspecto anterior de la fachada, previo a la restauración que se realizó en la misma. También nos muestran un atrio de tierra, no por ello menos bello, y la Cruz en el Calvarito, ya frágil pero todavía presente.
Esta última fotografía de las que considero "no tan antiguas", es del templo de San Agustín, y debemos datarla posterior a 1972, porque ya está presente la pirámide que conmemoraba la pretendida fundación de Chamacuero en 1572, por lo mismo también la imagen es anterior al año 2009 en que este elemento fue retirado.  El resto de los elementos que aquí aparecen, en realidad tienen muy poca diferencia con el aspecto actual del templo el cual, dicho se de paso, se ve, hoy día, muy bien conservado, tanto en su interior como en su atrio. Pero, le puedo indicar un detalle que sí es diferente actualmente: la campana del segundo cuerpo de la torre es mucho mayor y, por supuesto, no podemos creer que haya crecido con los años.
La imagen anterior, evidente y claramentes, nos muesta la directiva dela 3a. Asamblea que, como todos sabemos tuvo verificativo en La Palma el 24 de octubre de 1939. Ya nada más nos falta saber de qué era esa Asamble, quienes integraban la directiva  y de paso si los señores de atrás también eran de la directiva o eran el resto de la asamblea.  Pese a la forma en que ironizo sobre mi falta de información, para mí es invaluable que alguien se tomara, hace tantos años, la molestia de anotar la información que consideró relevante en la imagen, información que, por supuesto,  en el contexto en el que utilizaron la fotografía era la necesaria. Me atrevo a suponer que era algún tema agrario, dado que se realizó en La Palma. Más si consideramos la importantísima Reforma Agraria que se inició, por esos años en el sexenio del Gral. Lázaro Cárdenas. Bien haya por los que figuran en la foto si estaban laborando para repartir las tierras a quienes las trabajaban.
La anterior y las siguientes son las fotografías que no son tan antiguas como la involuntaria "solarización" las hace parecer, aun así son interesantes y tienen sus años.  La imagen anterior es de la plaza Dr. Mora, tomada desde el pretil del templo de San Francisco. EL trazado del pavimento nos indica que es posterior a 1982, cuando fue remodelada la plaza; la presencia de todos los Laureles tricentenarios (la mitad de ellos ya no están) nos habla de que la fecha es anterior al año 2000.   Se dice que el primer laurel se secó porque una señora que tenía su puesto de fritangas ahí cerca vería el aceite en sus raíces (no sé si esto sea suficiente). También se dice que el segundo árbol fue intencionalmente deteriorado para darle vista al "Balcón presidencial", elemento que, además de anacrónico e irregular ha sido totalmente inutil, ningún presidente, hasta donde sé, se ha subido a dar el grito en dicho elemento. Pero, aunque así fuera, no se tala un árbol de trescientos años por unos minutos de lucimiento.   Como si se hubieran indignado, y no les faltaba razón, poco a poco otros cuatro laureles y dos jacarandas terminaron por secarse, hasta el tronco seco de una de ellas, tallado artísticamente, se vino abajo.  Bueno, ya me lamenté un rato pero, en qué poco tiempo pueden cambiar tantas cosas.
Volver a Fotografías







Algunas fotografías antiguas y otras que más bien lo parecen
Volver a Inicio



 
Fotografías de la Semana Santa en los años setenta
La tradición en conmemoración de la Semana Santa, que más se conoce en Chamacuero es la del Viacrucis de  Carros Alegóricos, trece de las catorce estaciones de la Pasión de Jesucristo son representadas, cada una en la plataforma de un vehículo automotor, la estación número catorce se coloca, de forma fija en lo alto del sitio que llamamos "El Calvario". Un día antes, aunque sea menos conocida (pero mucho más antigua) otra tradición es la de arregla el atrio del Templo de San Francisco, en alusión al huerto de Los Olivos. De ambas tradiciones ya hemos hablado en este espacio, pero hoy, dado que van dos años consecutivos que, estas y las demás, celebraciones son casi simbólicas a consecuencias de la emergencia sanitaria, consideré interesante compartir una serie de imágenes sobre ambas tradiciones, que datan de los inicios de los carros alegóricos.  Estas fotografías  fueron compiladas por el profesor Plácido Santana Olalde; ignoro si él personalmente tomó dichas imágenes.  

Gracias a la buena costumbre, de algunos laboratorios, de colocar la fecha en el margen de las impresiones, podemos saber que las imágenes más antiguas de esta colección son del año 1969, otras más del 71 y del 73; medio siglo en términos generales.  Tan interesante como el diseño de los Carros, el arreglo del Claustro  y de los vestuarios (que no han cambiado mucho) es la participación de algunos chamacuerenses, mismos que los amables lectores quizás reconozcan. También es interesante el aspecto, en aquellos años, de algunas calles de nuestro pueblo.

Nunca tendré suficientes palabras de agradecimiento para el Sr. Enrique Santana, así como para quienes, más recientemente, me compartieron mucho del acervo documental del profesor Plácido Santana y que, en la medida de lo posible, he venido compartiendo en este espacio casi desde sus inicios.

Volver a Fotografías







Fotografías de la Semana Santa en los años setenta
Volver a Inicio



 
El Blanco y Negro
Muchos jóvenes de hoy en día quizás ignoren que, hace apenas veinte años, al tomar una fotografía no podíamos observarla en ese momento, sino hasta mucho tiempo después, menos aún enviarla a conocidos distantes y, mucho menos, compartirla con el mundo entero.

No, hace apenas veinte años quienes tomaban fotografías (muchísimos menos que quienes ahora lo hacen) alimentaban sus cámaras con unos rollos de treinta y seis negativos y, una vez capturadas todas las imágenes los llevaban a un negocio especializado donde, al cabo de unos días (y ya después unas horas), procesaban químicamente el rollo de negativos (lo revelaban) e imprimían en papel las correspondientes fotografías. Contra el gozo instantáneo de hoy en día, esa emoción tenía su encanto (como me dijo un gran amigo).  Y a veces, casi a la puerta del negocio uno contemplaba sus grandes dotes fotográficas o su incompetencia.

Pero había personas más audaces que se interesaban por realizar, ellos mismos, todo el proceso químico que convierte un trozo de acetato en una imagen en papel.  Y ahí los tienes, comprando cubas, químicos, papeles, charolas y un artefacto que  para definirlo pronto parecía un proyector parado, además improvisando la necesaria oscuridad en algún lugar de la casa. Aclaro que cubas se le llama a ciertos recipientes, no se crea que se emborrachaba uno en el cuarto oscuro.

Hoy en día parece casi increíble que alguien, por voluntad propia, se avocara a realizar todo ese trabajo, pudiendo encargarlo a una casa especializada. Pero adentrase en todas las etapas del proceso creativo es la mejor forma de conocerlo y perfeccionar las propias fotografías. También es cierto que, si recibir un sobre con nuestras imágenes era emocionante, contemplar como dichas imágenes aparecen al fondo de una charola ante nuestros ojos es formidable.

Como se imaginarán yo tuve la oportunidad de montar un cuartito oscuro en un rincón de la casa familiar. Curiosamente, mi Padre había practicado esta disciplina muchos años antes, tanto la fotografía como el procesado de imágenes. Tan es así  que el foco "inactínico" y las charolas que usé fueron un entrañable regalo de su parte.  Y tan es así que ganó un premio en un concurso de fotografía organizado por un  periódico.

No he localizado aún el recorte que se conservaba de aquella fotografía, donde, además, se detallaban los méritos de la imagen y el premio de un peso con cincuenta centavos para el autor de la fotografía.  En compensación le comparto estas imágenes, son de la hacienda de Palmillas en los años treinta, la otra es de un lugar que no hemos identificado aún, pero no es de Chamacuero, sin embargo, como la tomó un chamacuerense, pues la incluimos.


Curiosamente, mi Padre siempre decía, sin lamentarlo, que el peso con cincuenta nunca había llegado a su poder.

Lo que sí no sucedió fue que mi Padre me enseñara a tomar fotos o a procesarlas; pero en la Universidad de Guanajuato se impartían, además de todas las carreras tradicionales, cursos en diferentes disciplinas artísticas, uno de ellos era la fotografía.  Así que me esperé a que mi compañero Salvador Flores asistiera al curso, se emocionara, pusiera su cuarto oscuro en el cuarto piso del "Menudo doña Lupe" y, en cualquier oportunidad, me enseñara el proceso.  Grandes debieron ser mis fundamentos prácticos y teóricos en esta disciplina si aprendí de uno que todavía no acababa de aprender, aunque tenía tanto o más entusiasmo que yo.

Sin embargo, es menester aclarar que todo esto, que estaba relativamente al alcance de los entusiastas, era para la fotografía en Blanco y Negro. El color es un proceso más complicado y más delicado. Pero no se crea que se lamentaba nadie; desde siempre, y esto sigue vigente de algún modo, la fotografía en Blanco y Negro se ha considerado, en términos generales,  como la más apropiada para la expresión artística, en tanto que la fotografía a color es más para usos comerciales o sociales.   Siendo así era de los más conveniente tener al alcance el proceso de imágenes en Blanco y Negro para desatar nuestra creatividad, no sólo con la cámara sino en el cuarto oscuro. Dije "En términos generales" porque podríamos encontrar toneladas de artículos explicando por qué un formato es más conveniente que otro y, a final de cuentas, concluir que cada quien toma las fotos en el formato que más le agrada o juzga más acorde a sus intenciones artísticas. 

Adicionalmente, con aquellas técnicas los negativos eran en blanco y negro, recuerdo que había un rollo Tri-X Pan con una sensibilidad de 400 y un papel Kodabromide.  También se podía, llegado el caso, imprimir fotografía en blanco y negro a partir de negativos a color que había sido procesados en un laboratorio profesional, pero el resultado no era el mismo que partir del negativo específico en blanco y negro. Hablo de todo esto en tiempo pasado, porque utilicé estos materiales hace treinta y tantos años, pero sé que la fotografía analógica es aún utilizada por los suficientes usuarios como para que sobreviva, aunque tal vez sean menos del uno por ciento.

Bien a bien, no sé si es mi nostalgia la que me lleva a narrar todo esto, que no parece ser muy chamacuarense. Digo de paso que en mi pueblo tradicionalmente hubo, al menos,  dos grandes fotógrafos  que tenían su estudio y nos daban servicio para todos nuestros requerimientos en imágenes: El señor Sebastián Balderas, de quien espero publicar una reseña en algún momento y el Señor Antonio Balderas a quien ya tuve el gusto de entrevistar y publicar su testimonio en esta página.  Pero a donde quiero llegar es a que hoy en día, al menos para el otro noventa y nueve por ciento de los que toman fotografías no hay un dilema previo para decidirse a tomar sus imágenes, todas las cámaras digitales son en color y, aunque muchas de ellas puedan programarse para tomar las imágenes en blanco y negro, lo usual es tomarlas a color y, si se desea, realizar un procedimiento digital para convertirlas al blanco y negro. No se crea que este procedimiento es tan simple como se escucha y, además, es un proceso idóneo para poner en marcha nuestra creatividad.

Como es de suponerse, si realicé algunos años fotografías en Blanco y Negro, coincido en que tienen una fuerza expresiva que en ocasiones no tienen las imágenes a color. Y mi nostalgia y mi curiosidad me han llevado a convertir algunas imágenes de esta página, inéditas y no, para ofrecer este resultado:

Volver a Fotografías







Volver a Inicio



 
Reportaje Gráfico, explosión de la pipa el 31 de enero de 1997
Las imágenes que integran este Reportaje Gráfico me fueron compartidas por el Sr. Raúl García, él a su vez, las recibió de una joven fotógraga de la que no recuerda el nombre; pero le fueron entregadas dado que, en ese momento, colaboraba en un periódicio local.

Ambos, el Sr. García y un servidor, desamos dalre el crédito correspondiente a la autora de estas imágenes, entre otras cosas por el alto valor histórico que entrañan, por la oportunidad con que fueron tomadas y por el necesario mérito técnico para su realización. 

Hay que recordar que en aquellos años se tomaban muchas menos fotografías que ahora. Incluso, si uno recurre a los diarios de aquel día, por las técnicas de impresión de estos, están muy lejos de tener la calidad de estas imágenes.

Si la autora de estas fotografías las reconoce, le agradeceremos que se comunique con el señor García o, si prefiere hacerlo así, que nos mande un mensaje al correo electrónico chamacueromexico@gmail.com.  Nos dará un gusto enorme porder decirles a los amables lectores quién tuvo todo el acierto de tomar estas imágenes. Así como todo aquello que la autora quiera compartirnos sobre sus recuerdos o motivaciones durante este suceso.

Añadimos una inexacta cronología de los sucesos, en la idea de que sea más comprensible la secuencia de las imágenes, sobre todo para quienes no vivieron esta tragedia tan de cerca.


31 de enero de 1997

Alrededor de las 10:30 de la mañana un autotransporte de gas L.P., propiedad de la empresa Trasnpormex, intenta ganarle el paso al tren, el tren corría de sur a norte, la Pipa salía de Comonfort rumbo a San Miguel de Allende.
El tren impacta la Pipa en la parte posterior del contenedor.
El tren arrastra el autotransporte por unos cincuenta metros hasta hacerlo a un lado, deja el tractor de pie, pero en sentido contrario a su curso, y el contenedor volteado sobre su costado. Este impacto provocó una fuga en el contenedor y una gran cantidad de gas L.P. se liberó.
Por alguna chispa, por el calentamiento de los metales, por lo que haya sido el gas liberado se incendió y formó una enorme bola de fuego que duró un rato, lo suficientemente largo, para causar un enorme daño, esta bola de fuego fue la que cobró la vida de siete personas, así como las graves heridas de los demás afectados.  Dependiendo de la cercanía con esta masa de llamas, las quemaduras eran de mayor o menor intensidad, lo mismo que si, providencialmente algún muro, casa, árbol protegió una tanto del impacto de la explosión.  En una de las siguientes fotografías se ve un letrero de Coca-Cola, quemado en la parte superior, este letrero está al menos a unos setenta metros del punto donde se incendió el gas.
Luego del enorme flamazo, una llama menor continuó ardiendo por varias horas, era una forma circunstancial, pero útil, de evitar una nueva explosión. 

El tren se detuvo a la altura del callejón de La Conquista.

Hacia las cuatro o cinco de la tarde la flama del contenedor fue apagada, mediante procesos llevados a cabo por bomberos especialistas; el riesgo de una explosión mayor parecía haber sido conjurado. No obstante, casi toda la zona fue evacuada hasta el día siguiente, nadie pernoctó en sus casas en ese rumbo de la ciudad. Para ese momento el tren había sido separado, para permitir el flujo de vehículos a un lado y otro de la vía.
Volver a Fotografías







Volver a Inicio



 
Fotografías antiguas que no había yo compartido
Aunque procuro celosamente dar el crédito correspondiente de todas las imágenes que se comparten en este espacio, en particular con las fotos antiguas, es común que una misma imagen me llegue de diferentes fuentes.

Menos común, peo sucede, es que algunas fotografías que pudieran formar parte de una serie ya publicada no hayan sido compartidas. Este apartado se compone de esas fotografías que no se incluyeron en el espacio que les era más idóneo, pero que tienen tanto valor como las que sí se publicaron.

La mayoría de las siguientes fotografías me fueron compartidas por la Sra. Ma. Teresa Ortega.

Como siempre digo, si alguno de los amables lectores reconoce a los presentes, tendré mucho gusto en compartir dicha información en este espacio.

Descripción de la obra y la personalidad del Dr. José de la Luz Mota

Entregó su vocación de médico con verdadera humanidad a los más pobres, saliendo a cualquier hora del día e inclusive de la noche a atenderlos, no importaba la lejanía y en condiciones infrahumanas ayudar a las parturientas de alto riesgo, en un petate en el suelo. Cientos de niños de su época vieron la luz del día con su intervención y muchos padres de ellos le pidieron apadrinarlos en su Bautismo. Tuvo casi un centenar de ahijados.

Esas mismas personas, campesinos, indígenas, son tan agradecidos que siempre le correspondían con obsequios en especie: frijol, tortillas, elotes, verduras, frutas y hasta corderos de leche para barbacoa.

Fue el promotor de la siembra y cultivo de durazno en toda la región, ya que se puso en contacto con los agricultores del Estado de Michoacán y Morelos para adquirir las plantas, que fueron distribuidas a todos los que estaban dispuestos a su cultivo. Comonfort fue un gran productor de dicha fruta en esos años y sus grandes cosechas fueron recolectadas por importantes empacadoras del país, dando así la oportunidad de mayores ingresos al Municipio.

Se organizaba anualmente el "Baile de la cosecha de durazno", con la aportación de recursos económicos de los agricultores, Club de Leones, Comité Cívico Municipal y el gobierno Municipal.

En una ocasión, salvó la vida de una señora con su hijo, que estuvieron a punto de ahogarse en el Lago de Chapultepec. El Dr. Mota, sin medir el peligro, se lanzó al agua con todo y traje para sacarlos.
No tengo información sobre lo que se celebraba en el comelitón de las dos imágenes anteriores, tampoco sé decirle quien era el señor de blancos bigotes que parece ser el homenajeado. Es estad fotos reconozco a don Pepe Ortega (de traje gris y pañuelo en el bolsillo del saco) y a don Benjamín Sánchez que sólo figura en la segunda imagen (de traje oscuro, sentado, primero a la izquierda).
Si se observan ambas imágenes se verá que sobre los marcos de las puertas aparecen algunos números consecutivos.  No imagine usted que se trata de una vecindad, en realidad era un hotel ubicado en la calle Luis Cortazar y, aunque funcionó hasta finales de los años setenta, tuvo épocas de mayor esplendor y utilidad, probablemente en los tiempos que se tomaron estas fotografías, (mediados de los años cincuenta).  Actualmente este edificio lo ocupa el único banco que hoy existe en el municipio. Cuando entre usted a este inmueble, quizás pueda reconocer algún detalle de los que se aprecian en estas imágenes.

La primera imagen de las anteriores dos es tan cercana que no se aprecia ningún detalle del lugar en que se encuentran las personas fotografiadas, el hecho de que dos de ellos porten Quepí me hace ubicarlos en alguna oficina de gobierno, nuevamente de los años cincuenta.  Aquí reconozco nuevamente a don Pepe Ortega (de sombrero y puro al centro de la imagen) y a su lado el joven Antonio Carracedo Muñoz.  Siempre me han intrigado el motivo y las circunstancias por las que el joven de sonrisa afable y uniforme, se colocó en un triciclo (o una bicicleta muy pequeña) para la foto.

La siguiente imagen de las anteriores  es de "Los Baños", así se les conocía hace setenta años y un poco después, no era un balneario en el sentido contemporáneo de la palabra, ni un baño de vapor, era un lugar a donde la gente acudía a bañarse, de manera práctica o en plan más relajado.  Estaban situados en donde después estuvo el enorme "Salón Fiesta" y hoy está el Mercado de la calle Morelos, de su ubicación da testimonio la silueta, a lo lejos, del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.

Las úlitmas dos imágenes son de la Plaza 5 de Febrero, la primera muy antigua, de la década de los treinta del siglo XX (lo afirmo a partir del tamaño de los laureles). Muy singular porque muestra con mucho detalle el célebre portal donde se dice, sin que nada lo compruebe ni desmienta, que descansó el Padre Hidalgo, el 19 de septiembre de 1810. Al fondo se ve, como lo dice el rótulo en la foto, la calle Cortazar, frente al poste la barda del templo de San Antonio, en ese entonces del Santo Entierro.  Y sí, los tendidos eléctricos afean la imagen urbana, hace cien años, lo mismo que hoy en día.

La última imagen nos muestra una esquina de la plaza, cuarenta años después, es decir en los años sesenta, otra vez me baso en la fronda de los pirules para afirmarlo, pero hay un detalle adicional, en esta imagen ya se observan las bancas de "Terrazo" (es decir cemento, granos de mármol y colorante) que estuvieron varias décadas en este espacio, tenían un bello color rosa, lo mismo que las paredes, escalones y alfardas del kiosco.
.
Las imagen precedente enfatiza mi comentario anterior, hemos publicado muchas fotos del antiguo puente sobre el Río Laja, tanto de su gozosa inauguración como de su debacle, pero no había yo compartido esta foto, que muestra a las personas sobre el puente ya derruido, como mojándose los pies o midiendo la fuerza de la corriente, misma que, por el nivel que se aprecia: unos dos metros por debajo del nivel original del puente, no es una de las máximas crecidas que tenía este río, en sus buenos años, cuando no lo habían domesticado (y enturbiado) con la Presa Allende.

Volver a Fotografías







Volver a Inicio



 
Dos fotografías y un libro de Agustín Ayala
De entre la gran cantidad de fotografías y documentos que me compartió un apreciado colaborador de esta página, venían dos fotografías de Agustín Ayala García, el padre Agustín. Segun concluyo son de su época en el seminario Montezuma College de Nuevo México.  Como encontrar estas imágenes nos dio mucho gusto, nos dimos a realizar otra edición digital de la obra de este gran poeta: 

El libro se encuentra en nuestra sección de libros, o en esta liga
Volver a Fotografías







Libro
El Blanco y Negro
 
Reportaje Gráfico, explosión de la pipa, enero de 1997
Fotografías antiguas que no había yo compartido
Dos fotografías y un libro de Agustín Ayala
Fotografías antiguas tres



Fotografía de Lázaro Cárdenas (y otras fotos antiguas)